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La aldea de cuento en la que se escucha el sonido de la naturaleza: con casas encaladas en este rincón de España
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Para perderse en una escapada

La aldea de cuento en la que se escucha el sonido de la naturaleza: con casas encaladas en este rincón de España

Un enclave andaluz sorprende por su quietud, sus paisajes intactos y un sonido que lo envuelve todo. La esencia de otra época permanece viva entre montañas, cal y senderos de piedra

Foto: La aldea de cuento en la que se escucha el sonido de la naturaleza en Andalucía. (Wikipedia/Basotxerri)
La aldea de cuento en la que se escucha el sonido de la naturaleza en Andalucía. (Wikipedia/Basotxerri)

Hay un lugar escondido en el corazón de una sierra onubense donde el silencio se convierte en refugio y el entorno invita a detenerse. Sus calles, sinuosas y empedradas, transcurren entre casas blancas y senderos antiguos, mientras un rumor constante delata la presencia de un pequeño arroyo que fluye muy cerca de las viviendas.

Foto: Uno de los monumentos naturales más impresionantes de España. (Turismo de Andalucía)

Este enclave es Castañuelo, una aldea perteneciente al municipio de Aracena, ubicada a apenas 9 kilómetros del núcleo principal. Apenas habitada por 71 personas, esta población se despliega sobre una ladera junto al barranco homónimo. La disposición escalonada de sus viviendas, en las que se alternan el blanco de la cal y la piedra, refleja un urbanismo tradicional que se adapta al terreno con armonía.

Tradición, paisaje y patrimonio

Entre los elementos que singularizan este destino destacan los antiguos molinos de rodezno y pequeñas presas, vestigios de una arquitectura hidráulica que dialoga con el paisaje. El entorno forma parte de la Sierra de Aracena y está marcado por una riqueza cultural de origen medieval. El conjunto arqueológico de 'El Castañuelo', con restos que datan de la Edad del Bronce y la época protohistórica, ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

El calendario festivo conserva tradiciones como las celebraciones en honor a Nuestra Señora de la Esperanza, que tienen lugar en agosto, o la Fiesta del Mosto, celebrada en diciembre. Para quienes desean perderse entre sus calles, es posible pasear con el murmullo del agua y el canto de los pájaros como única banda sonora.

Hay un lugar escondido en el corazón de una sierra onubense donde el silencio se convierte en refugio y el entorno invita a detenerse. Sus calles, sinuosas y empedradas, transcurren entre casas blancas y senderos antiguos, mientras un rumor constante delata la presencia de un pequeño arroyo que fluye muy cerca de las viviendas.

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